Venecia, 13 de agosto de 2021 – Enorme, suntuosa y decorada con oro y claroscuro, se extiende en dos plantas y está completamente adornada por Jacopo Robusti, conocido como Tintoretto que, por este edificio, logró concluir una de las más grandes y fascinantes hazañas de la historia.
La Scuola Grande di San Rocco es una de las Scuole (o schole) de Venecia sobrevividas tanto a la época de Napoleón cuanto a la caída de la Repubblica Serenissima y sigue siendo una de las muy pocas que quedan en la ciudad. Esta era una de las fraternidades de laicos, establecida en la segunda mitad de 1200, cada una con su figura religiosa de referencia. Estas “schole” nacían con varios objetivos: proteger a los trabajadores, ayudar a las comunidades extranjeras en la ciudad (las antiguas embajadas) y además, ayudar a los pobres poniendo en práctica los principios de caridad y beneficencia, en los que se fundaba la ética cristiana. Estas eran verdaderas estructuras de bienestar y solían ser llamadas “Scuole Grandi”. A mediados de los años 1500, seis eran las “Scuole Grandi” en Venecia: San Teodoro de 1258, Santa Maria della Carità de 1260, San Marco e San Giovanni Evangelista de 1261, Santa Maria Misericordia de 1308, San Rocco, establecida en 1478 y, por último, la Scuola dei Carmini hecha al final de 1500. Hoy en día solo quedan cuatro (Carmini, San Rocco, San Teodoro, San Giovanni Evangelista).
«Las personas venían aquí pidiendo ayuda. Habían las viudas en búsqueda de una casa, los huérfanos en búsqueda de un lugar en el que vivir y las chicas en búsqueda de el ajuar para casarse – explica la hermana de la Scuola, Pier Paola Setti –. Gracias a unos testimonios fotográficos se puede ver como, entre las dos guerras mundiales, siempre habían colas de personas afuera de la Scuola Grande di San Rocco que esperaban salir con bolsos de harina en la espalda para sobrevivir la carestía».
Hechas por una organización la cual incluía unas reglas aprobadas por el Consejo de los Diez, llamado también Mariegola, a cargo de las Scuole Grandi había un Guardian Grande con quince consejeros, autoridad que luego serà acompañada por un conjunto de hermanos que tenían que controlar las actividades de la “Scuola”. Hoy en día, en la Scuola Grande di San Rocco hay unos 480 hermanos y entre ellos, destacan los que llegaron a ser papas: Pio X y Giovanni XXIII. Los dos, antes de ser elegidos como Papa, fueron Patriarcas de Venecia.
Un lugar de lujo, de culto y de beneficencia sin ánimo de lucro.
La Scuola Grande di San Rocco originariamente se encontraba en la iglesia de San Giuliano y luego, fue trasladada muy cerca de la Iglesia de Santa Maria Gloriosa dei Frari, donde sigue encontrándose todavía. La construcción de la Scuola tardò unos 30 años. La estructura, que antiguamente era vacía, fue posteriormente llenada - bajo la voluntad de los hermanos – con muebles de lujo hechos por varios artistas entre los más importantes del 1500 y 1600. Primero, Jacopo Robusti “Tintoretto”, pintor oficial de la Scuola, pintó entre 1564 y 1587 unos 60 lienzos. Tintoretto ganó la competición tras haber pintado y luego colocado en el techo de la Sala dell’Albergo, un lienzo en el que estaba representado San Rocco y que el regalò a la fraternidad como “homenaje a San Rocco”. Contribuyeron a las decoraciones de la estructura también: Antonio Zanchi, Pietro Negri e Francesco Pianta il Giovane.
Todas las pinturas y las estatuas de la Scuola Grande di San Rocco fueron pensadas como lección para todos los que cruzaban el umbral del palacio. De hecho, al mirar las paredes y los techos, se podían vivir los momentos de vida más importante de Cristo y reconocer los ejemplos de vida dedicada a la caridad y a las buenas acciones. Cada planta presenta, a través de los lienzos, la vida de Jesús: su niñez, la pasión y su salvación. Este conjunto de lienzos quiere subrayar como solo gracias al bien se puede alcanzar la salvación.
«Esta es una fraternidad de devoción – sigue hermana Pier Paola Setti – y entre los santos, se escogió San Rocco porque era - y sigue siendo - el ejemplo de hombre que ha dedicado toda su vida a las buenas acciones y a la caridad. Era una asociación caritativa, aunque muy lujosa, siendo uno de los objetivos principales de la Scuola lo de acoger a los pobres en un entorno agradable; encontrarse en un entorno hermoso y acogedor ayudaba tanto los que pasaban pidiendo ayuda cuanto los que formaban parte de la fraternidad. Todos los bienes, parte de donaciones y auto imposición de los hermanos, solían ser usados para pagar a los pintores, escultores y conseguir bienes de necesidad para la gente que creía mucho en esta institución y en su sinceridad».
La Scuola Grande di San Rocco cuenta con una Sala Terrena, que acoge la escultura del santo al que está dedicada la Scuola y una serie de lienzos dedicados a la Virgen y a la niñez de Jesus. Luego, se llega a uno Scalone, escalera monumental que acoge, en una de las arcadas, la Annunciazione de Tiziano. En la parte superior del Scalone hay toda la historia de la salvación de Jesus, empezando por el pecado original y siguiendo a través de todos los pasos del Antiguo Testamento.
Aquí también se encuentra un altar, donde se guarda la reliquia del dedo de San Rocco. El altar está decorado con un toldo realizado con la capa del Doge - que decidió regalárselo a la Scuola- y enriquecido con tejidos decorados con oro, que remontan al 1700. En la misma planta hay la sala más importante del edificio: la Sala dell’Albergo. Completamente decorada con la historia de la vida de San Rocco y la pasión de Cristo con La Crocifissione de Tintoretto que – una de las obras más importantes del artista – representa la innovación de su estilo, el lienzo casi parece una imagen de crónica de la época. En esta sala, en el día de la fiesta de San Rocco, se reunían los hermanos y el Doge, en visita a la escuela.
Justo debajo de la pintura de Tintoretto, se esconde un pasaje secreto que lleva a una cámara acorazada subterránea donde, el contable de la Scuola Grande, tenía su oficina. En la oficina él guardaba en unos cofres con cerraduras especiales los registros financieros, además del dinero (monedas de oro) de la fraternidad . De hecho, para abrir las cerraduras de los cofres, se necesitaban cuatro hombres. Hoy en día, los cofres se encuentran junto a una colección de cerámicas muy valiosas y otros objetos antiguos. Siempre en la planta en la que se encuentra la Sala Capitolare, hay una pequeña escalera dedicada a la Cancelleria, donde solían reunirse los miembros del consejo para tomar decisiones. La Scuola Grande di San Rocco también cuenta con otra planta, en la que se encuentra la Sala del Tesoro, donde se guardan las sagrada reliquias y los tesoros de la Scuola que sobrevivieron a la época de Napoleon.
«La Scuola Grande di San Rocco es la única que sigue guardando todas sus obras originales – explica el secretario Alfredo Baroncini – y es tambien la unica que sobreviviò a la ley que decretò la eliminación de estos institutos, aprobada después de la caída de la Repubblica Serenissima y el comienzo del Reino de Italia. Sin duda, es un ejemplo de caridad y de la suntuosidad que tenía Venecia en 1500».
Por más informaciones y reservas visite la pagina: http://www.scuolagrandesanrocco.org/home/