Venecia, 2 de septiembre de 2021- ¿Cómo se aprende a remar? Nadie te enseña, se sube en el barco y se va. Durante horas, horas, horas, y horas. Durante años y años. Mucho sudor, mucho trabajo y mucha concentración. Se rema con la cabeza, con los brazos, con la experiencia, con el corazón. Se rema porque se respeta y se ama Venecia, sus 1600 años de historia, y su laguna. Se rema porque es un instinto, como un fuego que nunca se apaga, incluso a los 75 años.
Aún hoy sus ojos reflejan ese ardor, ese deseo de tomar el remo e ir a conquistar la primera posición. Para ser el “Rey del Remo”, el príncipe de Venecia. Vianello Gianfranco Crea sigue sin tocar un remo desde 1996, año en el que participó en su última Regata Histórica: una despedida que dura desde 25 años, porque también hay que saber cuando dejar. El que ganó todo, que recogió decenas de banderas, que entre 1977 y 1983, junto a Palmiro Fongher, hizo soñar a la ciudad alcanzando siete victorias consecutivas con su gondolino. El que aprendió a remar antes de aprender hablar, con ese amor transmitido durante varias generaciones.
“Mi abuelo, todos los hermanos de mi abuelo, todos los hijos de los hermanos de mi abuelo y los hijos de mi abuelo, todos remaban- recuerda Crea- fuimos una dinastía. En aquella época, la Regata Histórica era prácticamente una cuestión de vida o muerte, por cierto de imagen. Las regatas fueron manifestaciones de la forma de vivir en Venecia y, tristemente, hoy en día la situación es muy diferente. Los tiempos han cambiado y la llegada del motor atrajo la atención de los jóvenes hacia otra forma de vivir en la laguna. Que lastima, porque el remo es un arte y forma parte de la antigua cultura veneciana”.
Una manifestación que se ha desarrollado con el tiempo, y que sigue existiendo desde hace 1300. Aunque a lo largo de los años haya cambiado su nombre (Regata, Regata veneziana, Regata reale, Regata fascista, Regata Storica), el evento sigue siendo el más prestigioso de Venecia, que tiene lugar cada año el primer domingo de septiembre, en el Gran Canal.
“El máximo prestigio para la Regata se alcanzó durante la década de los 30 y duró hasta los años '80. Durante este tiempo el evento se ha hecho popular y su gran desarrollo afectó a toda la población- dice- Si ganabas una Regata Histórica en los años 40, 50, 60 te trataban como un príncipe, los premios eran deseados y todos intentaban dar lo mejor entrenando durante horas y horas de preparación técnico-cultural para “engañar” otros atletas. Pero la Historia nació hace 100 años, solo que antes era monopolio de los patricios venecianos y gondoleros luego, cuando se estableció la “cooperativa Manin”, que reunió a todos los gondoleros en “stazi”, en ese momento todo el mundo quería desarrollar la mejor técnica. La Regata se abrió a las islas, Pellestrina, Burano, Treporti, que han añadido su forma de remar y su diferente cultura”.
Crea ganó trece veces la muy deseada bandera roja, que se entrega a la pareja que gana la primera posición. Ahora, pocos días antes de la competición, que tendrá lugar el domingo 5 de septiembre, Gianfranco Crea recuerda suglorioso pasado.
“La edición más importante para mi fue el año en el que Palmino Fongher y yo fuimos coronados “Rey del Remo”, en 1981, según la antigua tradición de que aquellos que ganan cinco regatas históricas consecutivamente reciben la corona de laurel- nos explica- esa fue una gran satisfacción. En ese momento mis tíos, que ya estaban en su tercera edad, me dijeron que era “la guinda del pastel que faltaba en nuestra familia”. Un título que permanece, una cosa buena de mi vida”.
Para ganar la Regata Histórica lo necesitas todo: técnica, potencia, y experiencia. “Siempre he dicho que el remo veneciano es algo cultural, no deportivo- dice el campeón- hay que remar durante 40 largos minutos y usar tu cabeza, para obtener el mínimo esfuerzo con el máximo rendimiento”. ¿Los rivales más fuertes? “Tenía respeto por todos, y me enfrentè con todos- recuerda- Sergio Tagliapietra, llamado “Ciaci”, dió su vida por las regatas, por el me quito el sombrero. Pero también “Stringheta” y los hermanos Fongher, lo han hecho genial.”
Los barcos en la competición juegan un papel esencial y nos cuentan la esencia de Venecia. “Antes solo se retaban góndolas y gondolini, luego se introdujeron los otros barcos- explica- el gondolino es el barco más elegante y técnico, por lo tanto se reserva a los campeones que ya tienen experiencia, un barco solo por técnicos. El gondolinoes un barco que antiguamente los venecianos solían utilizar cuando salían a tomar aire, descansando en la laguna y todos los “squeri” estaban en una guerra para construir el gondolino más hermoso. A las mujeres están reservadas las mascarete, algo así como los sandolini, barcos ligeros que utilizaban los pescadores de Burano y Pellestrina para correr temprano en la mañana al mercado de Rialto. Luego hay las caorline, barcos utilizadas por los verduleros y los pescadores, que solía remar con 4 o 6 remos, y que se usaban para pescar, para llevar las verduras pero donde dentro se podía también dormir. Por fin tenemos los pupparini, con los que los patricios venecianos iban a cazar en las barene, como se puede ver en las pinturas de Carpaccio, por eso el barco es afilado, hermoso y difícil de construir y se hicieron exclusivamente el los squeri llamados “da sottil” (sutiles).
El nombre “Crea” està pero, durante mucho tiempo, también vinculado a su trabajo como “Maestro de Hacha” y a su astillero, que tiene su sede en la isla de Giudecca, donde cada día la búsqueda de la perfección y el amor por la laguna dan forma al diseño y a la realización de barcos típicos venecianos y a restaurar barcos antiguos. Aquí se crean las góndolas venecianas, símbolo de Venecia. “Somos tres los astilleros que,en todo el mundo, seguimos haciendo la góndola, el barco más difícil de hacer porque tiene tecnicas de construccion muy difíciles, porque es una unión entre el squerarolo y el gondoliere, hay que saber cuanto pesa, en qué canales puede irse, porque no todos son iguales- explica- en la góndola hay toda Venecia, y se incluyen seis profesiones que representan nuestra artesanía: los que crean remos, los herreros, talladores, tapiceros, carpinteros y, por fin, los que la hacen”.
Alma libre y independiente, Crea de joven trabajó durante unos años como gondolero y dedicó 18 años de su vida pescando en la laguna, atraído por su entorno.
“Hasta el ’65 la laguna estaba casi intacta, había miles de peces de todas las especies, pero cuando entendí que la contaminación no se iba a parar, y vì morir a los peces, entonces me asustè y entendí que no podría vivir de ese trabajo- recuerda- volví a la escuela y a principios de los años ’80 me convertí en maestro carpintero”.
A los 75 años sigue trabajando todo el día con pasión, a pesar de que la demanda de construir barcos de madera en los últimos años se haya reducido drásticamente en favor de los barcos de plástico.
“Mi amigo Ciaci decía que “el secreto de remar, es remar”. A los jóvenes digo que tienen que ir en el barco y remar, el barco te lleva pero tienes que remar durante horas y años- concluye- cuando era niño, me dijeron: “ya que tendrás que trabajar, lo mejor es elegir un trabajo que te gusta para que puedas pasarlo bien” y eso hice. Deseo lo mismo para los jóvenes”.