Venecia, 27 de septiembre 2021 – En el otoño que acaba de empezar sigue el viaje en el tiempo de los 1600 añosde Venecia, y se para en el antiguo viñedo de la Serenissima, en el corazón del área D.O.C. Lison-Pramaggiore. Tierra de vinos blancos y rojos, cuna del Pinot Grigio y del Refosco dal Peduncolo. Aquí, en el lugar donde se cruzan las tres provincias de Venecia, Treviso y Pordenone, la mirada se pierde entre los viñedos que pertenecían a los Dogos y que hoy en día siguen manteniendo esta muy antigua tradición, siendo una de las zonas másproductivas a nivel nacional.
Un cubo, unas tijeras, unos guantes robustos y un gorro para protegerse del sol: pocas son las cosas que sirven para la vendimia a mano entre decenas de hectáreas de campos, donde surgen los viñedos de Pramaggiore en la zona del Lison. Otra cosa es la vendimia mecánica, donde los equipos modernos sustituyen el trabajo del hombre.
En llanura, la zona DOC Lison-Pramaggiore se encuentra a unos kilómetros del litoral veneciano, entre los ríosTagliamento y Livenza. Desde siempre ha sido testigo del cultivo de la vid para garantizar la especificidad y la peculiaridad de los vinos del territorio. El clima en el área es templado, siendo esta zona muy cercana a la laguna y a la llanura, que de hecho favorece la orientación de los viñedos a los vientos que soplan en estos lugares.
Los territorios del área están caracterizados por la presencia de minerales, sobre todo “caranto”, (carbonato de calcio) potasio, calcio y magnesio, que garantiza un equilibrio de sustancias orgánicas además de tener una muy buena capacidad de recoger y preservar el agua. Estos elementos contribuyen a dar vida a vinos con una estructura excelente, un buen equilibrio ácido, aromas intensos de fruta fresca y una personalidad muy marcada. La Denominación toma su nombre por el borgo romano de Lisón y del país de Pramaggiore y testimonia cómo, ya en la época de los romanos, la cultivación local de los viñedos estaba muy bien desarrollada.
La que acaba de terminar será una vendimia más allá de las expectativas. Aunque se hable de calidad en lugar de cantidad, la zona del Lison Pramaggiore parece ser protegida por algún espíritu de la República Serenissima porque, también este año, los granizos y el mal tiempo no han hecho mucho daño en estas zonas. Por eso, la zona del Lison Pramaggiore podrá contar con uva y vino bueno.
A lo largo de la ruta vitivinícola se abren las puertas de la empresa "Le Carline", en la que se producen, desde hace más de 30 años, vinos biológicos en el respeto de la naturaleza y del territorio. El proceso de transformación de las uvas, de las hileras a la bodega, está caracterizado por la total ausencia de sulfitos o adyuvantes, según la muy antigua tradición enológica.
“Nuestra empresa, desde su nacimiento, se encaja en un territorio pionero en el sector biológico. Es aquí que nació el primer distrito biológico véneto “Bio Venezia”, que hoy en día cuenta con más de 50 empresas con 1500 hectáreas de cultivaciones biológicas – explica Daniele Piccinin, dueño y enólogo de "Le Carline" – La tradición de los vinos de la familia Piccinin se reconoce tanto en Italia como al extranjero: del bronce ganado en 2015 al concurso Decanter a las medallas ganadas en 2020 al Concurso Mundial de Bruselas y al Premio Internacional de los vinos biologicos”. Desde los racimos que caen en los cubos y que luego se tiran en las cubas donde luego se empieza a exprimir la uva cuyo zumo acabará en silos de acero a 14 grados para empezar la fermentación, actividad que casi nunca para. Los vinos blancos ya están en la fase de fermentación mientras que los rojos, acaban de empezar”.
La actividad vinícola en el contexto enológico D.O.C. Lison- Pramaggiore está hecha por muchas realidades autóctonas que generalmente se unen para producir vinos IGT, DOC y DOCG. Vi.Vo. Cantine, la sociedad agrícolacooperativa de Pramaggiore es un ejemplo. Fundada desde hace más de 60 años, hoy en día cuenta con casi 200 socios y cada año recoge más de 130 mil quintales de uva.
“Esta es una bodega cooperativa, donde los socios llevan su producto que luego será pesado, controlado y al final descargado – nos explica Samuele Busatto que es uno de los deus ex machina - . En este periodo, cada día, nos llegan de 4 a 5 quintales de uva blanca y roja, que sirven para producir vinos como el Prosecco, Pinot Grigio y Merlot. Empezamos a las 7 de la mañana y acabamos a las 18, con el último tractor que entra a descargar. Este es el verdadero corazón palpitante de la zona vitivinícola de Pramaggiore. La demanda de estos productos en los últimos años ha ido creciendo y esta etiqueta, histórica, que nos regala también el nombre de “Venecia”, es un orgullo que llevamos dentro”.
En esta pequeña realidad de la zona de Venecia, calidad y tradición van de la mano y se transmiten de generación en generación. La Azienda Agricola Pivetta, desde el final de los años ‘60 produce con pasión vinos excelentes, entre estos: Refosco, Merlot y Cabernet son rojos, Pinot Grigio, Tai y Chardonnay son blancos.
La elaboración artesanal, de la cosecha hasta la fermentación, requiere tiempos más largos y nos permite tener un producto de nicho, de más alta calidad – explican los hermanos Pivetta. Nosotros hablamos a nuestros viñedos, los escuchamos. Usamos métodos tradicionales que nos han enseñado nuestros padres y abuelos, apostamos por nosotros mismos y sobre todo por nuestros rojos doc. Esta es un área única en su género: los viñedos y sus raíces encuentran el agua casi sin ayuda por parte del hombre. Aunque no llueva, no se secan y además no necesitan que se le den agua de manera artificial”.
El trabajo es mucho en el área del Lison-Pramaggiore. Para el vino embotellado hay que esperar un poco, aunque la magia de la vendimia es siempre la misma, como en la época de la República Serenissima.