Historia de una nueva vida: a través del vientre de una artista embarazada, Venecia se convierte en un símbolo de nacimiento

28 September 2021

Venecia, 27 de septiembre de 2021- Un abrazo entre la pintura como forma de nacimiento de una nueva mirada sobre el mundo, y el embarazo como forma de nacimiento de un nuevo mundo, mucho más allá de la misma mirada. Solo podía ser Venecia la última etapa del proyecto “Pance” (vientres), realizado por la artista Manuela Traini, que quiso dedicar a los 1600 años de Venecia la pintura de un vientre especial: el suyo. Se llama “Venecia 1600. Historia de una nueva vida”, el proyecto a lo que dio la luz en los últimos días la artista originaria de la región de Marche, y que vive en Roma. Todo un día para elegir una vista que le permitiera “auto pintarse”, y el color azul como el chico que lleva en su vientre, Enea, que nacerá en unas semanas. 

Sobre su vientre hinchado, símbolo de una nueva vida, aparecen un canal, postes de madera, góndolas, y palacios que se reflejan en el agua. Un nuevo nacimiento que trae consigo el deseo de una ciudad que el artista quiso decididamente en conclusión de su proyecto y que, por casualidad, entra de lleno en el año en el que se celebra la mítica fundación de Venecia, el 25 de marzo de 421. Un nuevo nacimiento y, de hecho, un renacimiento, porque el cumpleaños de Venecia marca solo el principio de una nueva etapa para la ciudad, que debe ser todavía escrita. Así como la vida del pequeño Enea y de todos los niños que, incluso antes de nacer, tenían la impronta artística de Manuela. 

“Para mí las ciudades son dos, una es Roma y la otra es Venecia- explica- Venecia es el símbolo de la grandiosidad, solamente la palabra “única” puede representar a Venecia. Puedes ir a donde quieras, pero no hay Venecia en ninguno otro lugar del mundo. Quería concluir aquí un viaje mágico, que duró siete años, y en el que pinté 130 vientres. Quería dar un valor más profundo a este proyecto y las celebraciones de los 1600 años de Venecia fueron la oportunidad para dar un sentido profundo a lo que hice”. El vientre como símbolo de fertilidad, el nido que acoge una nueva vida y que proyecta Venecia hacia su renacimiento. 

“En Venecia me sentí como la Reina de los vientres- sonríe la artista, que siempre se basó en valores vinculados al concepto de arte corporal- la idea nació como una obra de teatro cuando mi hermana gemela Martina estaba embarazada: la suya fue la primera barriga que pinté y desde entonces he estado por toda Italia. Pintar el vientre de una mujer embarazada, además de un recuerdo que permanece, significa vivir juntos una experiencia muy especial”. 

Los vientres, por un día, se convirtieron en un recuerdo del arte que sobrevive a sí misma y que expresa toda la belleza de una mujer lista para dar a luz a su hijo. Los dibujos animados, héroes con superpoderes, pintores famosos, personajes célebres de Walt Disney o cine, cobraron vida sobre los vientres de las mujeres. Luego el maquillaje y la ropa hicieron el resto, como un recuerdo eterno de uno de los momentos más importantes en la vida de una mujer. La inspiración llegaba de una foto que la misma artista se hacía enviar. 

“En mi caso, lo difícil fue pintarme a mí misma, para eso elegí un paisaje que no tenía que ser preciso, perfecto, de estilo Van Gogh – comenta- y luego los trajes del atelier “Nicolao” crearon el telón de fondo. “Inclusa la decisión de ponerse los cuernos no fue casual, elegí algo de verdad real- concluye- hace mucho tiempo había pensado que si alguna vez tendrías un bebe, quería pintar mi vientre en Venecia, y hoy este sueño se ha hecho realidad”.