La Epifanía llega con la procesión de los Reyes Magos de la Torre del Reloj en la Plaza de San Marcos

27 December 2021

Venecia, 4 de enero de 2021 – Verlos es un evento muy raro, como cuenta la historia. En Venecia los Reyes Magos suelen ser representados con las estatuas que marcan las 12 en la Torre del Reloj de la Plaza de San Marcos: una lenta procesión que viene de Mil Quinientos y que se encaja en las celebraciones por los 1600 años del nacimiento de la ciudad.  Para admirar la obra de arte que anuncia la Epifanía, tenemos que ir a la Plaza de San Marcos dos veces al año: a las 12 del 6 de enero o en el día de la Ascensión. Solo hay que levantar los ojos hacia uno de los signos arquitectónicos más famosos de Venecia: la Torre con su gran reloj astronómico, una obra maestra de técnica e ingeniería que marca, desde hace casi quinientos años, la vida, la historia y el tiempo. 
Son estatuas mecánicas de madera: un ángel que suena la trompeta y los tres Reyes Magos que, arrastrados por un mecanismo de vía a lo largo de la plataforma semicircular situada por encima del dial, pasan en frente de la Virgen con el Nino y luego vuelven en la Torre a través del panel lateral de los minutos, que se encuentra en el otro lado del reloj. Las estatuas no son las originales que remontan al 1499, sino unas copias, realizadas en 1755 por Giobatta Alviero. 
En 1499, cuando fue realizada la Torre del Reloj, los tres Reyes Magos y el ángel con la trompeta, fueron creados para salir cada ora de la logia al segundo piso y desfilar en procesión ante la estatua de la Virgen con el Niño. Sin embargo, la delicada complejidad del mecanismo y el desgaste, llevaron a reducir la frecuencia de la procesión de los Magos. Una vez que fue creada la nueva máquina y el nuevo mecanismo para la procesión por Bartolomeo Ferracina, los Magos fueron accionados por un mecanismo nuevo y que hoy en día siguen existiendo y haciendo lo mismo. 

En la época de la República Serenissima, el periodo de tiempo entre la Navidad y la Epifanía nunca marcó el pasaje del Nuevo Año, que solía ser celebrado el primer día de marzo, según el antiguo calendario romano. De hecho, hasta 1797 en los territorios del Estado Veneto, la calculación del calendario se solía hacer “More Veneto” o sea, según el uso veneto y de los vénetos. Además, las datas se solían cortar con las iniciales “M.V.” En el día de la Epifanía, el Doge solìa asistir a la misa en San Marcos, mientras que, al exterior de la Basílica, los niños esperaban participar en la procesión hacia San Zaccaria, donde las monjas abrían las puertas de sus monasterios para regalar golosinas, mazapán y rosquillas. Esta es una tradición que nunca se ha perdido, sino que se ha transformado: en Mil Seiscientos y Mil Setecientos, donde las tiendas solían vender dulces, cestos de fruta, comida y juegos. Se dice que los patricios también amaban esta tradición: por ejemplo, la familia Labia del barrio de San Jeremía, fue la primera que tuvo la idea de regalar juguetes, dulces y fruta a los niños. Luego, también los Contarini, los Michiel, los Mocenigo, los Piovene y los Pisani seguiron este ejemplo, llevando adelante la tradición en la ciudad. 
La Epifanía en Venecia también tiene una “viejecita especial”: la Marantega, un nombre que proviene del latín Mater Antiqua y que sigue usándose hoy en día. Las Befane Maranteghe, el 6 de enero, bajan por el Canal Grande por la tradicional Regata, organizada por los Canottieri Bucintoro. Este año tendrá lugar la 43°edición. Un evento deportivo entre los más esperados en la ciudad y que cada vez tiene un público muy grande. En la competición habrá 5 miembros de la sociedad, vestidos con trajes típicos de Marantega, cada uno al borde de su barco con su escoba.