Venecia, 5 de octubre de 2021- La “Dogana da Mar” (la oficina de aduanas para el comercio naval), una visión única de la ciudad de Venecia, un edificio ubicado entre el Gran Canal y el Canal de la Giudecca, la punta triangular que representa un tesoro de arte y arquitectura, que ha sido durante siglos el corazón de la vida económica de la República Serenissima.
El video documental “Le dogane di Venezia”, está ahora disponible en línea. Un proyecto realizado por la Agenzia delle Dogane e dei Monopoli (Agencia de Aduanas), en colaboración con el Municipio de Venecia y la Región del Veneto, que nació del deseo de contar, en el año de las celebraciones para los 1600 años desde la fundación de la ciudad, una pieza significativa de su historia milenaria: la Dogana da Mar.
Presentado durante el 78° Festival Internacional de Cine de Venecia, el documental tiene como objetivo resaltar la importancia histórica de las aduanas para el desarrollo socio-económico de Venecia.
Inicialmente situada en el sestiere de Castello, la aduana se trasladó a principios del siglo XIV a la desembocadura del Gran Canal, en el centro de Bacino San Marco, así como central fue la importancia que tuvo en la vida económica de la ciudad. La puerta principal, un puesto de control desde el que las autoridades locales revisaban los productos que entraban y salían de Venecia.
Su construcción se inició a través de la Iglesia votiva de la Salud, 1630, y acabó a finales del siglo, con la sustitución de la antigua torre rematada, a manos del arquitecto Giuseppe Benoni.
En el ápice de la delgada punta triangular que divide el Gran Canal y el Canal de la Giudecca, la escultura de Bernardo Falconi se eleva coronando el edificio: una esfera de bronce dorado sostenida por dos atlantes, que representa el mundo, sobre la cual se encuentra la estatua llamada Occasio. La estatua representa la Fortuna, y gira para indicar la dirección del viento y también, simbólicamente, la variabilidad de la misma fortuna.
La Dogana da Mar encierra la historia de Venecia y sus negocios, el centro crucial del intercambio entre Oriente y Occidente. El Bacino di San Marco, la pequeña ensenada de la laguna, una vez llena de barcos en su orilla, la acoge como una hija: cocche, galeoni, marciliane y burchi, cargados de vino, aceite, madera y grano, galee llenas de especias, sedas preciosas, y sal que llegaban al centro de Venecia y luego estaban asignadas entre los depósitos y las “case fondaco” (almacenes que pertenecían a las familias de comerciantes venecianos, utilizadas antes del pago).
Grandes flujos de mercancías que llegaban a Venecia garantizando prosperidad a la ciudad. Un comercio que, desde la segunda mitad de la década de 1200, extendió su influencia hasta el Mediterraneo Oriental. Una actividad portuaria muy compleja que necesitaba un sistema de supervisión y control.
Hoy, como parte de la Unión Europea, las aduanas se han convertido en una institución que se encarga de facilitar el comercio, proteger el territorio y el medio ambiente. El símbolo de Venecia, que con su comercio unía mundos distantes, a principios de 2000 se trasladó a Porto Marghera, y hoy alberga un museo de arte contemporáneo. Sigue siendo un lugar todavía vinculado a la historia de la ciudad y a su futuro, que se proyecta ahora como hace 1600 años, en el desarrollo del comercio internacional.
El documental se encuentra disponible en YouTube al enlace https://www.youtube.com/watch?v=5c-g4C-eGq0 y en las páginas de redes sociales de la “Agenzia delle Dogane e dei Monopoli”.