Venecia, 2 de noviembre 2021 – cajas, placas, y acetatos. Imágenes históricas de una Venecia qua ya no existe, de eventos y fiestas de la Serenissima, desde la muestra del Cinéma hasta los conciertos del Teatro la Fenice. Imágenes en banco y negro de inaugraciones y aperturas que hicieron la historia de una ciudad celebrando ahora sus 1.600 años. Porciones de vida cotidiana celosamente guardados dentro de un archivo fotográfico permitiéndonos ver de nuevo una Venecia de los años ‘20 hasta los años ‘90 de Novencientos, gracias a las fotos sacadas por la lente óptica del fotógrafo Pietro Giacomelli y, luego, convertidas en patrimonio artístico del Ayunamiento de Venecia gracias al Fondo fotográfico Giacomelli.
La historia de Venecia en este caso se conecta con la historia de la familia Giacomelli, una dinastía de fotógrafos que, con sus cámaras, han capturado el nacimiento de hechos importantes por la Venecia de hoy. Todo nace entre e siglo XIX y el XX gracias a Giacomo Giacomelli, irredentista triestino refugiándose en Venecia para huir de las autoridades policiales hasbúrgicas y que, tras un periodo de aprendisaje, detecta el estudio, en marcha ya, de Domenico Contarini en San Moisé.
Al morirse, su hijo Pietro, nacido en 1892, se pone a trabajar transformando el estudio en una empresa de fama internacional. Amigo de la familai real, por la que es también fotógrafo oficial, y además de los personajes destacados y más influyentes en el ámbito de la industria y de la cultura. Uno de estos es Giovanni Colpi el que logra garantizarse importantísimos servicios fotográficos en este periodo del veintenio fascista. En esta época, Venecia se quedó en medio de procesos de transformación urbanística y económica nunca vividos antes. Es así que consiguió documentar, por ejemplo, la construcción del nuevo Ponte degli Scalzi en el Canal Grande, la del nuevo Ponte Littorio entre Venecia y la tierra firme. También documentó el nacimiento y la formación de la nueva zona industrial de Porto Marghera y de su barrio urbano, las profundas transformaciones con dirección turístico-hotelera del Lido y, asimismo, las nuevas importantes manifestaciones culturales de la Biennale Cinema y Arte.
El estudio, además de estar localizado en el campo San Moisè, en que se desarrollaban, se imprimían, y se almacenaban las imágenes, estaba provisto también de una agencia fotográfica en colboración con el Ente Nazionale per il Turismo. Este estudio se dedicaba a enviar los grabados representantes las atracciones turísticas y las bellezas artísticas venecianas a todo el mundo.
En 1939, Pietro Giacomelli falleció repentinamente y su actividad, sin embargo, perduró a pesar de los duros años de la guerra y su hija Vera fué la que tomó sus riendas. En 1955 el laboratorio se traladó a la Frezzeria, cerca de Piazza San Marco, lugar en que permaneció hasta su cierre definitivo en 2001, despés de años de actividad por parte de Gianni Giacomelli, hermano de Vera, y de sus hijos.
Hoy en día lo que se queda en la memoria es un tesoro de recuerdos. Hay más de doscientosmil negativos en varios formatos guardados en el archivo de la Celestia del Ayuntamiento de Venecia provenienes del Fondo Fotografico Giacomelli, adquirido por el Ayuntamiento de Venecia en 1995, en el cual se recoge la mayoría del material realizado por la “Reale Fotografia Giacomelli”.
Al interior de la sede del Archivio della Celestia se desarrollan diariamente operaciones de toma a cargo y tratamiento del material del fondo fotográfico que, a continuación, se han archivado y puestos a disposición a través del Álbum de Venecia. A menudo sucede de tropezarse en sorpresas históricas inesperadas, como cuándo sube de la emulsión una placa con óptima resolución repersentando la vista de un paisaje capaz de llevarnos a la codidianidad de la Venecia de un tiempo tan lejano.
Como ocurrió cuando, dentro de una vieja caja de placas dedicada a los artefactos de arte del anticuario veneciano Minerbi, volvió a aflorar el negativo de un ángulo de Venecia muy familiar, el trecho de Strada Nova en que hoy está la entrada del European Cultural Centre: la foto de Giacomelli de 1928 representa con nitidez la puerta principal de Palazzo Mora, vieja sede del anticuario Minerbi y, sobre todo, la pared a su izquierda, desde hace muchos años derribado, que presentaba a los venecianos un amplio escaparate de información sobre la programación de los teatro y de los cines urbanos. De esa manera, a través de la emulsión intacta de una vieja placa, la gente puede sumergirse dentro de un horizonte remoto y abigarrado de producciones y de artistas, como un viandante de tránsito cruzándose con la grandeza de la cultura y del espectáculo de los años Veinte.